La Congregación de Religiosas Oblatas, consciente de que los jóvenes representan una parte importantísima de la sociedad y la Iglesia, brinda espacios de crecimiento humano, espiritual, fraterno y apostólico a los jóvenes, desde la espiritualidad y carisma oblato matovellano, a través de los grupos juveniles existen en las distintas comunidades locales donde la Congregación hace presencia. Cada grupo tiene el acompañamiento y asesoría de una religiosa o Laico Oblato Matovellano.
Los adolescentes están en la edad de la búsqueda de su propia identidad, de independencia frente a sus padres, de descubrimiento del grupo; por lo que es necesario impulsar la pastoral juvenil, para que los adolescentes y jóvenes se sientan acompañados en su proceso de desarrollo y crecimiento humano y espiritual, en espacios fraternos y solidarios, que garanticen su perseverancia y el crecimiento en la fe, pues el joven busca una experiencia de amistad con Jesús.
Los jóvenes y adolescentes representan un enorme potencial para el presente y futuro de la Iglesia y de nuestros pueblos, como discípulos y misioneros del Señor Jesús; los jóvenes son sensibles a descubrir su vocación a ser amigos y discípulos de Cristo. Están llamados a ser “centinelas del mañana”, comprometiéndose en la renovación del mundo a la luz del Plan de Dios. No temen el sacrificio ni la entrega de la propia vida, pero sí una vida sin sentido. En su búsqueda del sentido de la vida, son capaces y sensibles para descubrir el llamado particular que el Señor Jesús les hace (DA.442 Y 443).
“Jóvenes, ¡Hagan lío! Pero también ayuden a arreglar y organizar el lío que hacen. Las dos cosas. Un lío que nos dé un corazón libre, un lío que nos dé solidaridad, un lío que nos dé esperanza, un lío que nazca de haber conocido a Jesús y de saber que Dios, a quien conocí, es mi fortaleza”. Papa Francisco