
Por motivos de pandemia que restringía las actividades normales en el país, la provincia Julio María Matovelle no había podido celebrar las Bodas de oro y plata de nuestras hermanas, gracias a Dios estamos volviendo a una relativa normalidad, por lo que esta fue la fecha idónea para agradecer a Dios por el don de la fidelidad de nuestras hermanas que caminan algunos años en la vida consagrada oblata.
Damos la bienvenida también a las jóvenes que ingresan como Aspirantes, les ofrecemos nuestras oraciones y el testimonio de una vida entregada a Dios a través del carisma oblato.