El Aspirantado según el padre Julio María Matovelle, nace de la necesidad de introducir a la joven en un mayor compromiso con su vida cristiana. Dado que Dios llama en cualquier momento de la vida, la inquietud vocacional bien puede discernirse en la niñez, adolescencia, juventud o adultez.
En esta etapa se agrupará a las aspirantes y se fomentará la vida de piedad tratando de descubrir en ellos la posible inclinación a la vida religiosa. El proceso inicia con una previa y corta experiencia para invitarles a seguir a la siguiente etapa el PRENOVICIADO. La aspirante tiene que terminar previamente sus estudios secundarios, se debe contactar y realizar el seguimiento oportuno para posterior presentar la documentación requerida, siendo aceptada y recibida por la Superiora Jurisdiccional o General según corresponda.
La duración de la etapa del Aspirantado es de un año.